The Sacristan ministry is open to Catholics that are in full communion with the Catholic church.
In the life of any parish, the role of a sacristan is often one of quiet dedication and humble service that ensures the beauty and sanctity of the liturgy are preserved. A sacristan safeguards that the altar and liturgical items are prepared for Mass including arranging the chalices, ciboria, corporals, purificators, liturgy books and lighting candles as well as other liturgical items. After mass, Sacristans also ensure that all the sacred liturgical vessels and liturgical books are stored away.
This important role goes beyond these practical tasks. Sacristans are caretakers of the sacred, ensuring that every liturgical celebration is conducted with reverence and respect. They contribute to the prayerful and spiritual environment that allows parishioners to connect more deeply with the liturgy. Serving as a sacristan is a way to offer one's time, gifts and talents in service to God and the community, making it a deeply spiritual and fulfilling ministry.
As a parish, extending an invitation to serve as a sacristan, it is a call to stewardship, service, and deeper faith. We invite you to discern and consider stepping into this vital and spiritual role of sacred liturgy. Our Sacristan team offers full support and training to prepare you to ease into this reverent role.
Should you have any questions or are interested in serving in the ministry, please contact us.
El ministerio de Sacristán está abierto a católicos que estén en plena comunión con la Iglesia Católica.
En la vida de cualquier parroquia, el papel de un sacristán es a menudo uno de dedicación silenciosa y servicio humilde que asegura la belleza y la santidad de la liturgia. Un sacristán se encarga de que el altar y los artículos litúrgicos estén preparados para la Misa, incluyendo la disposición de los cálices, copones, corporales, purificadores, libros litúrgicos, y la iluminación de las velas, así como otros elementos litúrgicos. Después de la Misa, los sacristanes también se aseguran de que todos los vasos sagrados y los libros litúrgicos sean guardados adecuadamente.
Este importante papel va más allá de estas tareas prácticas. Los sacristanes son guardianes de lo sagrado, garantizando que cada celebración litúrgica se realice con reverencia y respeto. Contribuyen a crear un ambiente de oración y espiritualidad que permite a los feligreses conectarse más profundamente con la liturgia. Servir como sacristán es una manera de ofrecer el tiempo, los dones y talentos en servicio a Dios y a la comunidad, haciendo de este un ministerio profundamente espiritual y gratificante.
Como parroquia, al extender una invitación para servir como sacristán, estamos haciendo un llamado a la mayordomía, el servicio y una fe más profunda. Te invitamos a discernir y considerar la posibilidad de asumir este rol vital y espiritual en la liturgia sagrada. Nuestro equipo de Sacristanes ofrece apoyo y capacitación completa para prepararte y facilitar tu integración en este reverente rol.
Si tienes alguna pregunta o estás interesado en servir en el ministerio, por favor contactanos